Que te dice el viento esta mañana, que susurra al corazón compungido,
¿entiendes tu lección de ayer y te aprestas con valor a enfrentar el día?
¿superaste algún defecto? o acaso sigues por caminos torcidos o inciertos.
Aun hay tiempo de empezar, suelta las amarras que te atan a un mal puerto
y surca el horizonte, la luz guiara tu vida y llevara tu barco por aguas tranquilas
no insistas en tu error, vuelve a casa que tu Dios te espera, tu morada es tibia
y el ambiente se baña de paz y armonía,
Deja los callejones oscuros, deja los rincones estrechos y abandona tu aridez,
los brazos de tu hacedor están abiertos para ti y te esperan con amor y afecto,
no tengas pena, Él te perdona, El te ama y compensa con paz los instantes duros
de tu vida anterior.
El sabia que podrías caer, que los vientos contrarios podrían impulsarte hacia atrás
por ello envió a su hijo para cubrir tus faltas y para que experimentado en pesares
pudiera entender tu condición y te entregara aliento en medio del dolor, valor en medio
de temores y fuerza en el fragor de la lucha.
Por favor vuelve, no te alejes mas, aun puedes ver en la distancia la luz del gran faro,
la luz del bello refugio que abre sus puertas y prepara sus recintos para recibirte,
no te conformes con menos, eres el hijo del rey, siéntate en su mesa.
Seca tus lagrimas, monta tu vida y cabalga fuerte, aun no termina la carrera
aun hay montes que cruzar y barreras que enfrentar hasta el día glorioso en que
veras la pradera y con la frente en alto recibirás la corona, la tormenta cesara
y veras de nuevo el brillo del sol.
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