1. Amarás a Dios sobre todas las cosas y lo invocaras a diario para que proteja tu hogar.
2. Amaras a tu esposo/a más que a ti mismo y lo servirás con afecto y devoción, nunca murmuraras contra El ni lo desautorizaras en frente de tus niños.
3. Tendrás a tus hijos en sujeción y los enseñaras a amar a su Dios y a sus padres; jamás renegaras de tu creador frente a ellos para que su fe perdure y se fortalezca.
4. No maltrataras a ninguno, ni gritaras en tu casa a fin de que la luz de Cristo permanezca e ilumine cada espacio de tu hogar.
5. Perdonarás a todos los que viven contigo cuando se arrepienten sinceramente y no te enseñorearas con sus errores y defectos.
6. No tendrás a otros delante de tu familia, a ellos respetaras y amaras dando lo mejor de tus dones y talentos para ayudarlos a volver con dignidad a la presencia del Padre.
7. No mentiras ni ocultaras nada a los oídos de tu compañero/a y consultaras con El todas tus decisiones para que la sabiduría te rodee y prosperes en la tierra.
8. Seis días trabajaras pero te esforzaras para que tus actividades diarias te permitan estar con tu familia al menos un instante antes de que ellos se duerman.
9. Serás prudente en tus gastos evitando las deudas desmedidas para que tu casa no sufra por las calamidades de estos tiempos y te esforzarás por cumplir todas tus obligaciones financieras.
10. No usaras los espacios de tu casa para criticar o juzgar a otros sino más bien enseñaras a tus hijos a tratar con benevolencia y caridad a todos sus semejantes para que no se contaminen con los pecados del mundo.