Para aquellos que están pasando por tiempos de adversidad, para quienes son golpeados por la enfermedad y el dolor, para los que sienten angustia y su corazón se estremece por el peso de profundas heridas...
Consuelen su corazón y entiendan que el mayor de todos bajo hasta lo mas profundo y por amor a ti dejo su sangre en Getsemani, fue flagelado, coronado de espinas, crucificado y después de soportar la burla de sus victimarios expuesto a una muerte ignominiosa.
Pero la historia no queda en su muerte, pues al tercer día traspaso sus umbrales para resucitar glorioso, por eso aunque murió vive y experimentado en pesares comprende tus desdichas y aun siendo Dios se pone a tu lado estrechándote en sus brazos.
si cerraras tus ojos en silencio, escucharías a veces sus lamentos pues el sufre contigo y fortalece tus hombros caídos.
No te rindas por lo duro de la prueba y acepta en tu corazón no solo la voz de un Cristo crucificado sino la gracia esperanzadora de un Cristo resucitado que nunca te abandona y te invita a venir con el peso de tu carga para caminar contigo la segunda milla.
deja que tus lagrimas broten impetuosas y después de liberar las cargas de tu alma levántate animoso y lucha con valor, el espejismo de la soledad jamas ocultara la realidad del Cristo en tu camino pues nunca te dejara solo, el iluminara tus senderos y al final del recorrido te llevara triunfante en pos de la victoria.
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